El hombre que no quiso prestar dinero a Steve Jobs: «Era un grosero»

A finales de los años 70 Nolan Bushnell recibió una oferta. Si prestaba 50.000 dólares a un empleado, podría quedarse con un tercio de la empresa que éste planeaba crear. Bushnell, harto de las formas de su brillante pero impertinente trabajador, rechazó participar. El jovencísimo emprendedor era Steve Jobs y la empresa que fundó, Apple, no solo logró salir adelante sin el apoyo de Bushnell, sino que se convirtió en la más valiosa de la Historia. «¿Que si me arrepiento de no invertir? ¡Pues claro!», dice entre risas. Hoy la parte de Bushnell valdría unos 60.000 millones de dólares, el equivalente al PIB de un país pequeño. El «tropiezo», sin embargo, no le quitó el apetito emprendedor al fundador de la mítica Atari, que inauguró la segunda jornada del encuentro de emprendedores South Summit 2016 con una conferencia titulada «Cómo crear una industria que todavía no existe», basada en su experiencia en convertir los videojuegos en una industria presente en gran parte de los hogares del planeta. En conversación con ABC Empresa, Bushnell alabó el tirón de la feria de emprendimiento española. «He viajado mucho por el mundo, pero lo que estoy viendo aquí es extraordinario», aseguró. «Para mí, la pasión es la característica más importante» Aunque Jobs finalmente encontró respaldo en la figura de Mike Markkula, un inversor retirado que decidió prestarle a él y a Stephen Wozniak 250.000 dólares, su actitud pudo echarlo todo a perder. «Él era muy inteligente y maduro para unas cosas, pero no para otras, como buscar inversiones. Era un grosero», recuerda Bushnell. El ingeniero aconseja a los emprendedores que se vuelquen en su proyecto. «Para mí, la pasión es la principal característica que debe tener un emprendedor», asegura. También les anima a rodearse de vitalidad. «No frecuentes a ‘gente muerta’, solo a personas llenas de vida, que tomen riesgos». El entorno, clave El entorno es, para Bushnell, otro de los pilares del éxito. «Una de las razones detrás de que Silicon Valley funcione tan bien es que allí todos trabajan rodeados de emprendedores. Cada uno tiene su propia empresa. Algunas tardan más o menos en triunfar, pero muchos lo acaban haciendo». En el Summit Bushnell dice haber encontrado numerosas empresas en las que invertiría, aunque asegura que su faceta como inversor es cosa del pasado. «Estoy en una etapa de mi vida en la que ya no invierto, pero hay que reconocer que estoy sorprendido por muchas de las ideas que he visto en Madrid. España es una auténtica mina de oro».


Fuente: ABC Tecnología
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